Utiliza una tecnología patentada para solubilizar los gases inertes, minimizando el desperdicio de agua.
Reduce el riesgo de contaminación bacteriana, manteniendo las tuberías limpias y evitando la formación de incrustaciones.
No altera las características organolépticas del agua, pero ayuda a disolver la cal en los sistemas, eliminando la biopelícula y los residuos de óxido-ferroso.
Reduce el consumo de agua hasta un 30%, contribuyendo así a una mayor eficiencia energética.
Es fácil de instalar y utilizar, y preserva las tuberías y los aparatos de la cal y la contaminación bacteriana sin alterar las características del agua.